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Temen para 2010 retroceso científico y riesgo laboral en universidades públicas

Temen para 2010 retroceso científico y riesgo laboral en universidades públicas

Prevén rectores que se pondrá en peligro la viabilidad financiera de las casas de estudio

Temen para 2010 retroceso científico y riesgo laboral en universidades públicas

Vaticinan que las instituciones no podrán aumentar el número de espacios para nuevo ingreso

Karina Avilés
 
Periódico La Jornada
Sábado 2 de enero de 2010, p. 27

El panorama en 2010 es poco optimista para la universidad pública. Rectores de diferentes instituciones advierten que ante la insuficiencia presupuestal y los efectos de la crisis habrá un retroceso en el desarrollo científico y tecnológico, en la apertura de espacios educativos –pese a que hay miles de jóvenes que tocan las puertas de los centros profesionales y son rechazados–, además de que se pondrá en riesgo el empleo de los profesores y la viabilidad financiera de las casas de estudio.

En realidad, afirma el rector de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), Luis Gil Borja, lo que se pone en riesgo es el proyecto de país, porque no se le da a la educación la prioridad que requiere.

Añade: No hay que regatearle el futuro a los jóvenes. Si queremos que haya paz social, concordia y más seguridad, debemos darles alternativas. Ante la desesperanza que hoy enfrenta este sector por la falta de oportunidades, no abonamos en serio para darles herramientas que permitan construir el México del futuro.

En entrevistas por separado, señaló que el horizonte para el año que se inicia es complejo, porque los presupuestos de las universidades públicas no crecieron sino que sufrieron un decremento en términos reales en comparación con 2009.

Esto –expresa– pone en peligro el alcance de las metas institucionales como la ampliación de la matrícula. Los recursos no crecieron en la proporción de los compromisos y orillan a las universidades a no aumentar el número de espacios, ya que ello requiere no sólo de condiciones de infraestructura especiales sino también de una planta académica.”

Sin embargo, en el caso de la UAEH no podemos cerrar la cortina y decirles a los jóvenes: ya no vengan. Nosotros tenemos que sostener la oferta. La cantidad de jóvenes que se queda fuera de la universidad es grave y estamos acercándonos al peligro de que la próxima generación sea de personas sin instrucción. Esto, entre otras causas, explica la urgencia de contar con recursos crecientes, de lo contrario, se pone en riesgo la vialidad financiera de las instituciones.

Directo al colapso

Por su parte, el rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Víctor Antonio Corrales Burgueño, afirmó que a algunas universidades se les está llevando a un colapso de no revisarse, caso por caso, las condiciones que enfrentan y dar solución a sus necesidades.

La UAS, por ejemplo, enfrenta un déficit financiero de mil millones de pesos, situación que si no se resuelve, afectará la calidad de los programas educativos, así como la movilidad académica de los estudiantes y profesores y el desarrollo de la investigación científica. Esta institución apenas ha podido invertir con recursos propios 47 millones de pesos en cuatro años sólo para madurar proyectos de investigación que estén aptos para concursar.

El 2010 y el 2011 son años en donde todavía se tendrán repercusiones grandes por la crisis económica, y el sector educativo no estará exento de ellas: la inversión será baja y lo más grave será el retraso en ciencia y tecnología, sostiene.

Además de que existe una demanda no satisfecha. En la UAS, alrededor de 2 mil jóvenes piden entrar a medicina y sólo hay cabida para 350 alumnos. En este ciclo, se quedaron sin espacio 5 mil solicitantes. La oferta se incrementó en más de 30 grupos, pero cada uno de éstos tiene un costo de un millón 400 mil pesos, indica.

No obstante, continúa, el subsidio por alumno en esta casa de estudios es de alrededor de 25 mil pesos, cantidad que está por debajo de la media nacional. La UNAM tiene un subsidio por estudiante de 90 mil pesos, recuerda.

Con una comunidad estudiantil de alrededor de 112 mil alumnos y 94 por ciento de su matrícula atendida con parámetros de calidad, Corrales Burgueño señala que en este año es fundamental establecer una mesa de diálogo entre las autoridades federales y estatales para revisar la situación de las casas de estudio.

Reducir gastos

Para el rector de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), Rafael Torres Valdés, en este 2010 las universidades deberán de planificar mejor para reducir aún más sus gastos de luz, teléfono, vehículos, mantenimiento, papelería.

Señala que para este año la UABJO tendrá un presupuesto de 600 millones de pesos, similar al de 2009. Y aunque se tiene que ser más eficiente, la federación debe voltear más hacia las universidades públicas. De alguna manera se mantiene el apoyo, pero debe ser mayor.

En tanto, el rector de la Universidad Autónoma del Carmen (Unacar), Sergio Augusto López Peña, establece que ante la escasez presupuestal las universidades deberán allegarse recursos propios, de lo contrario no va a alcanzar.

Coincide en que están en peligro las metas institucionales como la calidad académica y el incremento de la cobertura. Si el subsidio aprobado fuera afectado como el del año pasado, se pondrían en riesgo carreras que se iniciaron en agosto de 2009 como la de ingeniería petrolera, que está “ad hoc con la zona” campechana, así como mecatrónica, geofísica y geología.

De hecho, expresa que la Unacar cuenta con la capacidad instalada para incrementar en 50 por ciento el número de espacios en el nivel superior –su matrícula en licenciatura es de 4 mil 400 estudiantes–, pero no se han creado estos nuevos lugares porque falta el dinero para el mantenimiento de la planta académica.

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