En Morelos los estudiantes dicen...

PROTESTA EN MORELOS. Decenas de estudiantes de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos fueron golpeados por agentes federales antimotines, militares vestidos de civil y elementos del Estado Mayor Presidencial, quienes les impidieron ingresar a la inauguración de la Universiada 2009 que presidió Felipe Calderón en el campus Chamilpa, Cuernavaca, donde pretendían exigir mayor presupuesto a la educación pública superior y respeto a la autonomía de esa casa de estudios. Al menos cinco alumnos resultaron lesionados. ¡Más estudiantes, menos militares! ¡Queremos hospitales, no militares! ¡Queremos trabajo y escuelas, no represión! ¡Queremos estudiar, no pelear!, gritaron al unísono más de 400 jóvenes

(Información y Foto Rubicela Morelos, corresponsal)

Reproducimos la nota de La Jornada... 25 de agosto de 2009

http://www.jornada.unam.mx/2009/08/25/index.php?section=politica&article=006n1pol

 

Rector morelense le pide incluir la enseñanza en primer lugar en el proyecto de nación

Pese a la crisis económica, la educación superior recibirá apoyo, dice el Presidente (ja ja quién le cree?)

Universitarios lo reciben con una manta: menos ejército, más estudiantes y no más miseria

 

Cuernavaca, Mor., 24 de agosto. El presidente Felipe Calderón prometió apoyar a la educación superior pese a la crisis económica, mientras decenas de jóvenes protestaron afuera de un auditorio universitario por la falta de escuelas y por la presencia de militares en el campus.

Durante la inauguración de la Universiada Nacional 2009, cuya sede es la Universidad Autónoma de Morelos, los estudiantes expresaron su inconformidad con mantas que decían: Menos ejército, más estudiantes, y no más miseria y muerte. Acteal no se olvida.

En las inmediaciones del campus Chamilpa, militares, algunos en vehículos del Ejército Mexicano, resguardaron la seguridad del titular del Ejecutivo federal, mientras elementos del Estado Mayor Presidencial instalaron cientos de vallas que impidieron el paso de alumnos, docentes y trabajadores a la zona del Polideportivo 1.

Acompañado por el gobernador de Morelos, el panista Marco Adame, Calderón encabezó la ceremonia ante 300 de los 5 mil deportistas participantes, a quienes aseguró que su gobierno ha trabajado muy fuerte en la creación de 100 centros de educación superior en casi tres años de su mandato.

Sin aludir al recorte por 800 millones de pesos que la Secretaría de Educación Pública pretende aplicar al presupuesto de las universidades para 2010, afirmó que su administración aumentó en 27 por ciento los fondos destinados a estas instituciones, que pasaron de 61 mil millones de pesos en 2006, a 80 mil millones este año.

A pesar de que son tiempos difíciles, por la crisis económica mundial, pueden estar seguros de que vamos a seguir trabajando día con día para poder generar nuevos espacios para los jóvenes, que puedan alcanzar el anhelo de una formación universitaria de calidad y que tengan mejores oportunidades de vida, expresó.

El Presidente reiteró su meta de que al final del sexenio 30 por ciento de los jóvenes mexicanos estén inscritos en alguna institución de educación superior. Aseguró que se han dado abasto en el cumplimiento de este objetivo, ya que en 2006 la cobertura era de 20 por ciento, y actualmente es de 28 por ciento.

Reconoció, sin embargo, que este número es insuficiente, pero dijo estar plenamente consciente de la importancia de apoyar a la educación superior.

Previamente, Víctor Manuel Salgado, rector de esta universidad morelense, le solicitó que en su proyecto de nación incluya en primer lugar a la educación superior. Puntualizó que el desarrollo sostenido en México es una presea que aún no se alcanza, y las universidades pueden contribuir más para lograr este anhelo.

Concluidos los discursos, una estudiante encendió el pebetero que marcó el inicio de la competencia deportiva; hubo un baile de Chinelos, y finalmente Calderón abandonó el auditorio por una puerta lateral.

En tanto, afuera algunos jóvenes gritaban: ¡Queremos trabajo, queremos escuela!, mientras sostenían una gran pancarta roja que rezaba: Calderón, no eres digno de entrar. Haz lo que tengas que hacer y lárgate.

Los jóvenes derribaron una valla para acercarse al Presidente, con el propósito de entregarle una carta, pero cuando pudieron ingresar al auditorio, Calderón ya había abordado el helicóptero que lo llevó de regreso a la ciudad de México.