Pretende Anuies llevar el Estado policiaco a los campus, advierten especialistas
Llaman Hugo Aboites y Luis Berruecos a abrir el diálogo entre universitarios sobre el tema
De aplicarse las propuestas “se institucionalizará el miedo y las consecuencias serían negativas”, aseguran
Aplicar medidas que lesionan los derechos de la comunidad universitaria con el argumento de fortalecer la seguridad, como exámenes antidoping, revisión de mochilas y simulacros para enfrentar balaceras, secuestros o incursiones de comandos, “es llevar el Estado policiaco a los campus, lo que traería consecuencias mucho más negativas”, afirmaron especialistas en educación superior y en adicciones.
Hugo Aboites y Luis Berruecos, investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco, destacaron que la función de las universidades es “formar y transmitir conocimientos, no convertirse en reproductor de un control policiaco de la población, donde todos son sospechosos”. Aseguraron que de aplicarse estas medidas “se institucionalizará el miedo, y en los pocos espacios que quedan para la reflexión de las ideas los jóvenes quedarán contra la pared y cateados”.
Enfatizaron que ante el clima de inseguridad que enfrenta el país, lo que se requiere es “abrir el diálogo entre universitarios para abordar este fenómeno, y definir qué acciones podrían aplicarse y en qué realmente podemos incidir; pero esto sin duda nada tiene que ver con instalar un modelo policiaco en las universidades”.
“No estamos en la Segunda Guerra Mundial”
Luego de darse a conocer el estudio La seguridad en instituciones de educación superior: estado actual y recomendaciones, elaborado por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies), que incluye, entre otras recomendaciones, la aplicación, para quien los apruebe, de exámenes antidoping, sistemas de denuncia anónima y uso de perros para detectar sustancias ilícitas, los cuales pueden ser usados como “elemento inhibidor de robo y contención de riñas”, los especialistas destacaron que se “fomentaría una sicosis colectiva de que en cualquier momento puede estallar una bomba, producirse una balacera o un ataque de comandos armados”.
Aboites, especialista en educación, destacó que “se trata de encapsular a las universidades, colocarlas en una situación de miedo permanente, pues de aplicarse estas medidas le daría carta de naturalización a las acciones emprendidas por un Estado policiaco que pretende vigilar y controlar a todos sus ciudadanos, pero se olvida que esa no es la misión de la universidad, mucho menos de las instituciones públicas. Son medidas que pueden generar un efecto devastador”.
En entrevista por separado, Berruecos aseguró que aplicar las medidas que propone la Anuies es una “total exageración. No estamos en la Segunda Guerra Mundial ni frente a un escenario de bombardeos e invasiones. Las universidades fueron creadas para ofrecer educación y transmitir conocimientos, y lo que hagan o dejen de hacer sus estudiantes, profesores y trabajadores fuera de las instalaciones no es de su competencia. No son dueñas ni de los cuerpos ni de la voluntad de las comunidades universitarias”.
Especialista en el estudio de las adicciones, afirmó que criminalizar el consumo “nunca ha dado resultado para que alguien deje de beber o drogarse, mucho menos si esto está acompañado de sanciones en su vida académica”. Por ello, consideró que no es función de las universidades “tratar de controlar a sus alumnos, sino proteger sus instalaciones y patrimonio, tarea para la cual ya se cuenta con medidas adecuadas de seguridad”.
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